
El impulso al Almacenamiento Energético en Italia tiene un nombre: MACSE
Lunes, 29/09/2025

Italia está atravesando una transformación acelerada en su sistema energético, especialmente en el almacenamiento de energía. La iniciativa MACSE constituye uno de los pilares de esta evolución, pero conviene entender cómo es el punto de partida en 2025 para dimensionar los retos y oportunidades. Italia ha fijado como meta tener 50 GWh de capacidad de almacenamiento desplegada para 2030 bajo el plan MACSE, dentro de la estrategia para cumplir con los objetivos de energía renovable y con el paquete europeo “Fit for 55”. En este artículo te cuento qué es y cómo está el sector.
Estado actual del almacenamiento energético en Italia
A finales de 2023, Italia había conectado más de 650.000 sistemas de almacenamiento conectados a la red eléctrica, con una potencia total instalada de 4,5 GW. La capacidad de energía almacenada alcanzó alrededor de 9,62 GWh en sistemas distribuidos más pequeños (residenciales y fotovoltaicos) al cierre de junio de 2024.
En cuanto al almacenamiento a gran escala (BESS — Battery Energy Storage Systems), se han aprobado varios proyectos importantes en 2025:
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648 MW de nuevos proyectos de baterías en Lazio, Campania, Basilicata y Puglia.
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Melfi BESS 2, con 280 MW, en Basilicata.
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Proyectos menores: 120 MW en Sessa Aurunca, 50 MW en Andria, 30 MW en Bisaccia, entre otros.
En el almacenamiento distribuido (residencial / PV + baterías pequeñas), Italia mostró un crecimiento muy fuerte. En 2023 se añadieron unos 2.022 MW de nueva potencia y 3.836 MWh de capacidad, el mayor crecimiento registrado hasta ahora.
Metas y proyecciones
Un informe de Aurora Energy Research señala que aproximadamente 3 GW de proyectos de BESS ya están en una etapa avanzada y probablemente entrarán en operación en los próximos dos o tres años.
También se proyecta que Italia alcance unos 15 GW de capacidad de BESS para 2030 (de los cuales 11 GW serían instalaciones independientes y 4 GW co-localizadas con generación renovable).
Regulación, autorizaciones y barreras
Se han aprobado procedimientos que agilizan los permisos, como la “Autorización Única” para algunos proyectos BESS. A pesar del avance, persisten desafíos: burocracia regional lenta, costes de conexión, y nuevas normas de seguridad que deben aplicarse rigurosamente.
Cómo encaja la subasta MACSE en este contexto
La subasta MACSE tiene varias funciones clave:
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Formalizar y dar certidumbre financiera a nuevos proyectos grandes de almacenamiento.
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Acelerar la ejecución de proyectos aprobados o en trámite.
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Estimular la escala: pasar del almacenamiento distribuido hacia instalaciones a escala de red.
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Mejorar la integración de energías renovables intermitentes.
Esta es la estructura de este esquema de subastas:
· Contrato de remuneración / ingresos garantizados: Los proyectos ganadores firman contratos a 15 años (con ajustes ligados a inflación) para recibir pagos fijos (prima o remuneración por capacidad).
· Participación parcial (“modelo híbrido”): El promotor puede decidir que solo parte de la capacidad del BESS (por ejemplo, un porcentaje) esté bajo contrato MACSE, y reservar otra parte para operar “merchant” en los mercados energéticos (day-ahead, intradía, servicios auxiliares).
· Mercado de servicios auxiliares / despacho (MSD): El BESS estará disponible para el mercado de servicios auxiliares / mercado de despacho (“Mercato dei Servizi di Dispacciamento”, MSD) bajo las condiciones del contrato MACSE. Sin embargo, los ingresos adicionales de servicios auxiliares están limitados (porcentaje máximo retenido).
· Límite al ingreso de servicios adicionales: Normalmente los proyectos que participan en MACSE podrán retener hasta un 20 % de los ingresos por servicios auxiliares. El resto está cedido al mecanismo o regulado dentro del contrato MACSE.
· Criterios técnicos, coeficientes de ajuste: Las ofertas se ajustan mediante factores técnicos para hacer comparables distintos proyectos (duración de almacenamiento, eficiencia de ciclo, otras características técnicas).
· Techo máximo de prima / precio de la oferta: La autoridad reguladora (ARERA) fija un precio máximo que las ofertas no pueden superar. Inicialmente el techo era €32 000 / MWh-año, pero fue elevado a €37 000 / MWh-año tras revisión.
· Volumen licitado / objetivo: Para la primera subasta (entrega 2028), el volumen objetivo es 10 GWh de almacenamiento. El volumen adjudicado podrá ser el menor entre “80 % de la capacidad calificada” y esa cifra objetivo nacional, para asegurar competitividad.
· Zonificación / requisitos regionales mínimos: La subasta está estructurada por zonas del sistema eléctrico (sur, islas, etc.), y se imponen mínimos regionales (por ejemplo, Sicilia, Cerdeña) para garantizar que esas zonas también reciban capacidad.
· Garantías financieras / depósitos previos: Antes de la subasta, los proyectos deben depositar garantías financieras (“pre-auction guarantees”) para evitar ofertas especulativas.
· Requisitos de permisos / autorizaciones: Los proyectos deben contar con los permisos de construcción y operación antes de participar. Si no cumplen dichos permisos, quedan excluidos o deben invocar fuerza mayor si son adjudicados.
Retos
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Burocracia y tiempos de permisos.
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Costes de instalación, conexión e integración.
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Definición de estándares técnicos y de seguridad.
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Dependencia de cadenas de suministro internacionales.
Oportunidades
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Inversión local en producción de baterías (como el proyecto Eni–Seri).
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Modelos replicables de almacenamiento en infraestructuras públicas.
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Mercado de servicios auxiliares más abierto.
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Fondos europeos de recuperación y transición energética.
Italia se posiciona así como uno de los mercados más dinámicos de Europa en materia de almacenamiento energético. El éxito del plan MACSE dependerá de la coordinación entre autoridades, empresas y operadores para alcanzar las metas de 2030.
Imagen: ChatGPT
A cargo de Andrés Muñoz, CEO de INFOENERGÉTICA



