Los fabricantes de automóviles europeos piden claridad en las normas de CO2 para evitar daños a la competitividad y al empleo
Jueves, 2/01/2025
Comienza 2025 y con ello la entrada en vigor de la norma CAFE en la UE (Emisiones de Combustible Medias Corporativas, por sus siglas en inglés), que estipula que las emisiones de CO2 de los coches vendidos en los Estados miembros de la UE se reducirán a 93,6 gramos por kilogramo. Además, establece que el fabricante que infrinja la ley puede ser multado con hasta 95 euros por gramo de exceso. Debido a ello, recientemente los fabricantes europeos de automóviles y furgonetas mostraron su preocupación por la falta de claridad de la norma a los responsables de la toma de decisiones de la UE, indicando que creen que la falta de transparencia influirá en el empleo y las inversiones.
Sufren las consecuencias
La industria europea sigue comprometida con el objetivo de neutralidad climática de la UE para 2050 y con el cambio hacia una movilidad de emisiones cero. Sin embargo, dado que este 2025 han entrado en vigor los nuevos límites de emisiones de CO2 para turismos y furgonetas, los fabricantes de automóviles serán los únicos que sufrirán las consecuencias si no se alcanzan los objetivos.
Los fabricantes necesitan claridad
Luca de Meo, Presidente de la Asociación de Constructores Europeos de Automóviles (ACEA) y Director General del Grupo Renault: «Sin una declaración política clara por parte de la Comisión Europea antes de finales de 2024, como también instan los gobiernos alemán, francés, italiano y otros gobiernos europeos, la industria automovilística corre el riesgo de perder hasta 16 000 millones de euros en capacidad de inversión, ya sea pagando penalizaciones, reduciendo la producción, uniéndose a competidores extranjeros o vendiendo vehículos eléctricos con pérdidas. Esperar al inicio del Diálogo Estratégico de la Comisión sobre el futuro de la industria automovilística o a la revisión en 2026 de la legislación sobre CO2 no es una opción, por muy bienvenidos y necesarios que ambos sean. Los fabricantes necesitan claridad ahora para ultimar las estrategias de cumplimiento, establecer acuerdos de puesta en común y otras disposiciones para 2025».
A diferencia de lo que ocurría hace cuatro años, esta vez el cumplimiento de unos objetivos de reducción de CO2 más estrictos requiere la interacción perfecta de factores que están dentro y fuera del control directo de los fabricantes. Los objetivos normativos y la oferta de automóviles no bastan por sí solos; la transición también debe estar impulsada por el mercado. Sin embargo, las ventas de vehículos eléctricos están actualmente estancadas en torno al 13% de cuota de mercado, es decir, 10 puntos porcentuales por debajo de donde deben estar, y esta brecha es demasiado grande para cerrarla a tiempo. Una declaración de apoyo oportuna y sin ambigüedades en este momento crucial de la transición es fundamental para garantizar la competitividad y el empleo en toda la cadena de valor.
"En un sistema que funcione bien, el pago de sanciones debe ser la excepción, no la norma. Y evitar las sanciones debe basarse en una economía sólida, no infligir perjuicios", dijo De Meo. "Los miembros de ACEA se han comprometido a invertir 250.000 millones de euros en la transición hacia una movilidad ecológica y, al igual que todos los demás, queremos que esto tenga éxito. Desgraciadamente, la evaluación honesta debe ser que la transición no va según lo previsto y que aferrarse a la rigidez legal conduce a daños potencialmente irreversibles. La flexibilidad legal, en cambio, mantendrá la inversión fluyendo y la transición en marcha".
Las opciones que se barajan actualmente para aliviar la carga que supone el cumplimiento de la normativa, como la introducción progresiva o el cumplimiento medio plurianual, no alteran los objetivos de CO2 ni las ambiciones climáticas generales de la UE, sino que abordan realidades del mercado que escapan al control de los fabricantes: las tensiones comerciales, el aumento de los costes de fabricación, la lentitud del crecimiento de las infraestructuras de recarga y el declive de las emisiones de CO2.
Fuente de la imagen: EU
Por INFOENERGÉTICA