

“Terremoto energético” en Colombia
Lunes, 3/02/2025
El pasado 30 de Enero, la ‘Movilización por la democracia energética’ encabezada por el presidente del Gobierno de Colombia Gustavo Petro en Barranquilla supuso un duro golpe para el sector energético, al tildar de “estafa” la fórmula que se ha venido aplicando en el país para fijar las tarifas de energía. “Nos han estafado”, señaló directamente el presidente. “Hoy puedo decir con toda propiedad que las tarifas de energía eléctrica que en este momento se están cobrando a cada familia y a cada empresa de Colombia son ilegales”. A ello, se le suma la renuncia del viceministro de Energía Javier Campillo. Un momento convulso para el sector energético colombiano.
Justificación del Gobierno
La fijación de las tarifas se da desde la Comisión de Regulación de Energía y Gas (CREG), que según palabras del presidente de Colombia es “una instancia de comisionados y comisionadas que nombra el presidente, pero que vienen de las generadoras privadas”. Respecto a la fórmula de fijación, señaló que “ha estado amañada a los grandes intereses de quienes viven y amasan enormes fortunas anuales de la generación, la transmisión, la distribución y la comercialización de la energía eléctrica en Colombia”. Según él, eso se debe a que “la CREG hizo la fórmula con el único objetivo de estafar al usuario que tendría una tarifa más baja, para llenar los bolsillos de los seis grandes generadores de energía eléctrica de Colombia”.
Las asociaciones responden
Las asociaciones ANDESCO, ACOLGEN, ANDEG, ASOCODIS, NATURGAS y SER COLOMBIA claman por los señalamientos del presidente Petro, a través de un comunicado en el que, claramente, “rechazamos las declaraciones del presidente Gustavo Petro respecto a las empresas generadoras de energía”, y destacan los aportes que han hecho las empresas energéticas.
El comunicado defiende que las empresas “Han invertido más de 140 billones de pesos en infraestructura, garantizando estabilidad por más de 30 años frente a sequías y fenómenos de El Niño, y solo en los tres primeros trimestres de 2024, las empresas generadoras aportaron 36,5 billones de pesos a la economía, equivalentes al 3% del PIB”.
Además, añaden que “Pedimos que el debate y las acciones se enfoquen en soluciones concretas y responsables para la crisis energética”.
Finalmente, califican las afirmaciones de no tener “respaldo técnico ni jurídico que distorsionan la realidad y desvían la atención sobre la verdadera responsabilidad del gobierno. La bolsa de energía no coincide con la realidad, y señala la falta de acompañamiento del Gobierno en regiones como La Guajira donde se han abandonado proyectos eólicos”.
El comunicado concluye pidiendo “que se tomen las medidas necesarias para garantizar el suministro asegurando el pago de subsidios y la Opción Tarifaria, para no poner en riesgo el desabastecimiento o apagones”.
La renuncia del Viceministro de Energía
Javier Campillo renunció el 1 de febrero a su cargo como viceministro de Energía. Ivan Martínez de Egal, compartió una interesante reflexión desde su cuenta de LinkedIn que recogemos en esta nota, al servir como análisis de la situación; "la reciente renuncia de Javier Campillo al Viceministerio de Energía muestra una profunda fragmentación dentro de dicha institución. Por un lado, están los técnicos como Campillo, que consideran que se debe dar más oxígeno a los inversionistas para aumentar rápidamente la generación de energía en el país. Su visión es que un incremento en la oferta dispararía la competencia y, en consecuencia, los precios se reducirían de manera natural. Por otro lado, existen sectores dentro del gobierno que, basados en ideologías y populismo, creen que la reducción de tarifas debe ser impuesta por decreto y a la fuerza”.
El experto explica que “La renuncia de Campillo ocurre en un contexto crítico para el sector energético. Actualmente, el Gobierno enfrenta una deuda de más de $7 billones con las empresas por concepto de subsidios, lo que afecta la estabilidad del sistema. Además, hay retrasos en la ejecución de proyectos de energías renovables, lo que limita la diversificación y expansión de la oferta energética. En este escenario, medidas de control de precios sin un respaldo estructural podrían generar un efecto contrario al esperado: los inversionistas dejarían de invertir, reduciendo la oferta de energía, y con una demanda en constante crecimiento, los precios se verían presionados al alza”.
“Es preocupante que en lugar de buscar soluciones técnicas y sostenibles, algunos sectores sigan promoviendo estrategias de intervención estatal que, aunque pueden generar alivios temporales, a largo plazo pueden debilitar el sistema energético. Como hemos insistido, esta última estrategia es "pan para hoy y hambre para mañana"”, argumenta finalmente.
Fuente de la imagen: Ministerio de Minas y Energía